Una ola roja que no anuncia buenas mareas se impone
y desde la incertidumbre, con una máscara afilada surges tú.
Rompes las ventanas y seguros que me mantienen dentro
y me obligas a escapar.
Transgredes en mí, en mi camino y mi respirar
cada segundo que pasa olvido como inhalar,
rompes el aire con tajadas de estática
y me reduces a latidos e impulsos reptilianos.
Pero las miradas largas te parecen cansadas,
se desata un ejército de puertas cerradas y corazones temblorosos.
Defensas fallidas, socorros ahogados.
Rompes las fibras espinosas y me disecas con papel.
Golpe de suerte en el estomago de los destinos,
el cielo se parte con suspiros de muerte.
Y no soy yo ni eres tú, no importa quién
ahora solo yace un furúnculo de membranas que reclama mi nombre.
Ya no hay tú, y el regente ha ejecutado a yo,
no hay más que palabras que flotan y se burlan,
recuerdos que apuñalan y se desvanecen.
Solo pido que en mi funeral no se pronuncie a la muerte.
Puntos suspensivos
allí lo leido *entre lineas*
uno por uno
puntos que suspenden
de esos que saborean some tipo de vuelo
puntos suspensivos