Últimamente me he paseado en la historia, y me he percatado de que en el pasado la gente, también era gente.

Y lo que pasa es que por más ridículo que suene, tenemos una tendencia muy grande a simplificar todo, y el resultado es que consideramos al pasado como una anécdota con la que explicamos cosas previas a nuestra experiencia. Me atrevería a decir que es cuestión de la educación formal, su mayor esfuerzo es lograr que aprendas fechas y personajes, asignarles un rol y dar generalidades de su quehacer. Sin embargo resulta reduccionista dejarle toda la culpa a la educación, cuando creo que es una cuestión cultural.

Comprendemos a la historia, me parece, como un bagaje de curiosidades a cerca de un tiempo remoto, un periodo inexistente del que solo queda la poca información que creemos saber al respecto, y la visión acartonada de la sociedad de ese tiempo, descrita desde la forma más oficial posible. Y el problema con esto es que hacemos que esos tiempos se conviertan en cuentos heredados, no nos percatamos de un contexto mayor, del peso que esa historia tiene sobre nosotros además de la independencia en 1800, los asentamientos coloniales, la hegemonias políticas, las guerras, las leyes. El peso que la historia hace sobre nosotros es mucho más que eso.

El sistema ético, los roles de género, las tradiciones, las religiones, los saberes, etc. Son cosas que heredamos inconscientemente, y que suponemos, al saberlas diferentes al pasado (en detalles), que somos ahora -modernos-. Sin embargo el peso que la historia, y sus contextos culturales y sociales, tienen sobre estos aspectos es imposible de ignorar. El occidente no es sinónimo de capitalismo judeo-cristiano por nada, el paradigma patriarcal no es ser machistas solo porque ellos son bien chingones y ellas son bien chingadas. Nosotros no somos nosotros solo porque así somos.

Al asumir una historia como creo que los hacemos, las personas que habitaban esos tiempos se deshumanizan y son en vez símbolos de antaño con una bidimensionalidad de los tres o cuatro aspectos que recordamos. La consecuencia de esto es que olvidamos que es la misma especie que existe ahora, son el mismo tipo de personas, con exactamente las mismas facultades, necesidades y vicios que tenemos. Externalizadas de diferentes maneras, obviamente, pero a mi parecer es lo mismo.

Me alegaras que los avances tecnológicos e ideológicos son abismales, y a eso te digo: hoy en día vivimos con una serie de paradigmas en todos los aspectos de nuestra vida, hay quienes los aceptan y los obedecen, hay quienes los cuestionan y marcan nuevos límites. Y toda una gama entre esos dos aspectos enormes. Lo mismo aplica para otros tiempos, si bien las creencias y saberes pueden ser distintos, las conformaciones más instintivas continúan.

Con esto voy a que en tiempos victorianos también había puestas de cuerno, los mayas seguro algún día cuestionaron a sus dioses y hacían chistes, entre los colonizadores habrá habido uno que otro sarcástico, seguro Newton tenía un genio de la chingada y un ego que no obedecía la ley de gravedad, habrá habido egipcias clásicas feministas. En todos los tiempos la gente ha sido gente.

Y siento que pasa que en el presente asumimos que todo es nuevo, que ahora todo lo sabemos, estamos en el epítome de todo avance humano. Y sí, por mera definición el presente es lo más actualizado en todo. Pero esto no significa que antes la gente fuera ingenua, solo esperando el día en que alguien descubriera algo para que al fin la civilización comenzara.

El mundo no estaba esperándonos para que al fin, nosotros que conocemos los errores de la historia salváramos el día. Somos igual de tontos que antes, solo ahora tenemos más pantallas y menos mundo enfrente de nosotros.