Benditos Malditos

Posted by Mrs. Kite | Posted in | Posted on Wednesday, February 29, 2012

Esta es mi selección de versos de la serie de poemas "Benditos Malditos".

Benditos Malditos

por Joaquín Sabina
Benditas sean las bajas pasiones
que no se rajan cuando pintan sables,
los labios que aprovechan los rincones
más olvidados, más inolvidables.

Bendito sea el libro de la calle,
los viejecitos verdes con petaca,
las medias con costura, qué detalle,
los quitapenas que dejan resaca.

Malditos sean los bobos con medalla,
los candidatos (cierra la muralla),
los ungidos, los líderes en serie,
los que ignoran la voz de la intemperie,
los que adoran al dios de la certeza.

Malditas sean las muertes naturales,
los que besan a plazos mensuales
y se confiesan en cuatricomía,
la vil y escandalosa mayoría.

Benditos sean los ceros a la izquierda,
los vuelos regular tirando a mal,
los de viva el Atleti manque pierda,
los que esperan que amaine el temporal,

Benditos sean los tristes que se ríen de la tristeza,
los calvos que se quitan el sombrero ante la dignidad y la belleza,
los donjuanes sin tierra ni partido,
los que pudieron ser y no han querido.

Maldita sea la voz de la experiencia
los que firman la paz con su conciencia,
los cretinos que saben lo que dices,
los que se pasan nunca de la raya,
los que exhiben el móvil en la playa.

Benditos los benditos malditos desarmados,
los don nadie, los santos humillados.

Malditas sean las cuentas al contado,
los tipos de interés, el finiquito,
las leyes de la selva del mercado,
los que dejan el luego para luego.

Bendito sea el sabio despistado,
los lápices de labios delincuentes,
el ácido, el inútil, el cobarde,
los que no llegan, los que llegan tarde,
los besos de después de la pelea,
el hambre de las bocas insolentes.

Malditos sean los que no se cansan,
los capataces de la certidumbre,
los rectos eficaces, los que transan,
los que estiran el alma y las arrugas,
los secuaces del rey de la costumbre.

Benditas sean las greñas de los ángeles malditos
que enseñan a volar a quien no sepa
y salen moviditos en las fotos,
los bulevares de los sueños rotos.

Maldita sea el alma desalmada
los daños a terceros,
el nudo de la soga que nos atas.
Malditas sean las fieras adiestradas,
los jueves en París, con aguacero.

Bendito sea el sello de los sobres
de las cartas que llegan a tus manos,
la sopa del cocido de los pobres,
la ropa que te quitan los veranos.

Bendito sea el indocumentado
los adultos que lloran en los cines,
la penitencia de los penitentes,
la decadencia de los decadentes,
las aflicciones de los afligidos,
los alias falsos de los perseguidos.

Maldita sea la lengua viperina,
los sextos y novenos mandamientos,
los jueces, los obispos, los sargentos,
los cúmulos, los cirros, los estratos,
el azúcar sin sal y sin pimienta.

Bendita sea la síncopa, el diptongo,
el ¿why not?, el quizás, el todavía,
las cartas con fartas de ortografía,
los últimos mejores que el primero.

Maldita sea la letra pequeñita del contrato,
los australopitecus arrogantes,
los académicos de la impostura,
los críticos que quieren ser artistas,

Benditas sean las enfermeras que suben la fiebre,
los misterios gozosos del rosario,

Maldito seas, ciao, fuera, vete,
Maldito amor el nuestro si caemos
en la trampa mortal de las parejas,
si queremos querer y desqueremos,
malditas sean las bocas desabridas,

Benditos los iguales a mí, los diferentes.

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