La ciudá
Las luces que nunca mueren, los ruidos que vuelan libres
los colosos de concreto que se devoran ancho, largo y alto para todos lados, dando un falso sentido de suelo.
A veces habría que preguntarse si el cielo es el cielo o un ducto de ventilación.
Hermosos colores naturales de imprenta que rodean la ciudad de primavera
(temporada de compras)
arte urbano que amenaza con volverse violencia, fuera de contexto
violencia que amenaza con volverse artesanía, fuera de contexto
Y sueños empeñados para comprar una tele o dos, plasma de preferencia.
Si me preguntaran de los colores y matices de la ciudad respondería con un impavido: -gris.
Y esque no es solo el concreto, entre tanta gente y tanta no gente, ya no hay polos de lo que este bien o mal,
el sacaerdote? que porque es pederasta
el ladron? que porque hay desempelo y debe antener a su familia
el empresario? que porque crea más pobreza y desigualdad
o el estudiante? porque planea largarse a la fregada en cuanto pueda.
Y vamos, que no es solo un gris conceptual
Vea usted nada más a los bichos, todos son grises, negros, defenestrados o de nómica pública.
Y no es por sonar costumbrista, que eso me parece del siglo pasado y de mal gusto,
pero en el campo los bichos si parecen bichos, rojos, verdes, amarillos, brillantes y de ojos saltones.
En el campo el cielo es cielo y el suelo es tierra.
Pero bueno, el campo es campo y la ciudad ciudad. O eso dicen por ahí.
tampoco es de darselas de puro y natural al campo
que almenos la ciudad se sabe invasora, se sabe agena y por eso tiene identidad fraccionada
.O bueno, la identidad la tendrá la gente, y la no gente también.
Una identidad primitiva de lucha por el poder, supremacía del más gandalla y cabrón.
Aventuras del hominido que sabía vestirse (y a veces hablar) .
Pero en fin, que es la ciudad si no una salsa? de las sobras de la semana claro está.
Mezclas contrastantes y olores fumigantes, con sabor a sucio
a pero que buen sazon le da la mugrita ¿o no?
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