Nos recibieron con champán, ofrecido por uniformados.
Rodeadas de grandes aires de glamour de sábado por la noche.
Busco caras familiares, y al fracasar durante el primer sondeo y medio me decido a bajar la mirada y esperar a que ella encuentre a alguien a quien saludar, para yo seguir como la sombra-señorita introducida a socieda'. (guácala)
Lo esperado sucede, y comienzo a saludar por detrás y enseguida, mientras me presentan con nombre y parentesco. No está tan mal. He visto a muchas de estas personas, es sólo cuestión de que se encuentren de humor esa noche para amablemente buscar iniciar una charla con la niña perdida. La niña de 20 años que debería estar en otro lado. Quizás, sólo quizás, les interese un poco preguntarme que es de mi vida, pero no, la mayoría manda pequeñas piedrecillas (no lo hace realmente, pero así lo siento yo) con frases estilo '¿te acuerdas de mi hija? es de tu edad.' Siento que me lo dicen de manera personal, como un: 'no deberías estar aquí, no te vamos a ayudar a sentir comoda, bye.'
Ciertamente hay hostilidad en el ambiente, pero dudo que se trate de lo que acabo de mencionar. Creo que va mucho más lejos. A pocos les podría importar que yo esté ahí. Y no es que sea yo, no es el momento emo del blog ni mucho menos, simplemente no creo que a muchos les importe en principio quien está ahí. Tan pronto ven un apellido (en verdad parece que lo ven, no estoy segura de que lo hagan, quizás es solo un feeling que les da) se lanzan como perros hambrientos a discutir el siguiente negocio, soltar la risita de 'claro, claro'
Este comportamiento es válido. Todas las reuniones de esta gente son iguales, crecí viéndolas y teniendo una relación algo similar con sus hijos, pero en petite. Pero nunca lo había visto en una fiesta de cumpleaños. It's sad, actually.
Ella se va a hacer lo suyo, y me deja por ahí a la merced de las miradas que no me conocen. Tuiteo en mi soledad. Luego veo un nicho disponible. Corro, corro, corro.
Platico finalmente. Me invitan a platicar a un grupo más grande y me juro.
Se marcha de la fiesta mi 'padrino' de socieda'.
Me quiero ir.
A los dos días me entero que me aman. Que todas las fantasías Ivyleagueanas que tuve tienen sus fundamentos que no están en mi cabeza ni eran parte de una ingenuidad adolescente. Pero ahora que soy LA del tema que les interesa. Sacan el billete.
A ver que tal.